Armonía japonesa
Estanques apacibles que reflejan setos perfectamente recortados, fuentes, cascadas que arrullan con su sonido y gravilla meticulosamente colocada; los japoneses adoran la perfección en la naturaleza. Naturalmente, existe una buena razón para ello. Todos los elementos de un jardín japonés tienen un significado: crear el paisaje perfecto para una meditación tranquila, un paseo sereno o una tradicional ceremonia del té. Considerado como uno de los jardines japoneses más auténticos de Norteamérica, el Nitobe Memorial Garden es el lugar perfecto para un momento tranquilo de contemplación y armonía. Cuando el emperador japonés lo visitó, exclamó: “¡Estoy en Japón!”
Perderse en VanDusen
Situado en el corazón de la ciudad, el jardín VanDusen cuenta con 22 hectáreas, lo que le convierte en el jardín botánico más grande de Vancouver. El jardín tiene un precioso laberinto. Tradicionalmente, los laberintos se creaban como símbolo de las tribulaciones de la vida o para confundir a los espíritus malignos. Sin embargo, el laberinto VanDusen, creado con 3.000 coníferas, es un lugar apacible para perderse entre los árboles y despejar la mente.
Una sorpresa medicinal
El Conservatorio Bloedel, en el parque Queen Elizabeth, el punto más alto de Vancouver, es un jardín tropical situado bajo una gran cúpula. Dentro encontrará un gran jardín medicinal que estimula todos los sentidos para generar un efecto positivo en el cuerpo y en el alma. El gorjeo de más de 200 aves exóticas también contribuye a crear un ambiente sereno. Un paraíso sorprendente y encantador.