Las plazas ocultas del Barrio Gótico

Gastronómicas

La mejor manera de descubrir el alma de los barceloneses es a través de la gastronomía. Desde quesos artesanales hasta la gastronomía molecular, los versátiles sabores de la cocina catalana cuentan la turbulenta historia de la región. En los pasados siglos Visigodos, árabes y franceses han ocupado esta fértil región sobre el Mediterráneo y todos han dejado su influencia, lo que se prueba en los mercados de Barcelona.

Gastronómicas

Aceitunas, gambas al ajillo, delicioso queso manchego… son algunas tapas clásicas en España. Los sibaritas pueden irse de tapas por Barcelona, visitando algunos excelentes bares. Los mejores son los más antiguos, de apariencia menos atrayente, con los jamones colgados del techo.

Arte y cultura

La cultura catalana se expresa principalmente durante las muchas fiestas populares de Barcelona. Los fuegos artificiales iluminan el cielo de noche con tanta frecuencia que parece que siempre hay algo que celebrar. Originalmente, la mayoría de las fiestas se celebraba en honor a los santos patrones de Barcelona o de Cataluña. Miles de personas toman las calles durante las procesiones, vestidos de traje tradicional o con accesorios que conmemoran ritos antiguos.

Arte y cultura

Los barrios de Hostafrancs y Sants, que ofrecen una gran variedad de tiendas, restaurantes y zonas de ocio, forman el centro del distrito de Sants-Montjuïc. Este distrito abarca la zona sudoeste de Barcelona. Las estrechas calles al pie de la montaña de Montjuïc le dan a Hostafrancs y Sants un carácter acogedor y de pueblo. Sin embargo, gracias a una de las calles comerciales más largas de Europa, Carrer de Sants, los barrios son también muy animados.

Arte y cultura

Paseando por el Passeig de Gràcia, no le pasará desapercibida la fachada colorida de la Casa Batlló, que le invita a una inspección más detenida. Con sus frívolas ventanas redondas y tejados imbricados, como escamas, este edificio desprende el aura de un castillo de cuentos de hadas. Sus formas y líneas revelan de inmediato la identidad de su creador: Antoni Gaudí, el máximo representante del modernismo catalán.

Gastronómicas

A los españoles les encantan los aperitivos fríos, como notará por la gran cantidad de heladerías que verá. Una bebida deliciosa, refrescante y típica española es la horchata, que es perfecta para los calurosos meses de verano. La bebida también se toma en Navidad, cuando la gente moja el turrón en la horchata. En catalán, esta bebida se llama orxata.

Arte y cultura

Barcelona y Pablo Picasso (1881) están relacionados inextricablemente: el artista completó su formación académica aquí, además de dar los primeros pasos hacia el modernismo. El Museu Picasso exhibe las primeras obras de este importante artista, desde el período en el que Picasso trabajó y vivió en su querida ‘Barça’.

Arte y cultura

Si alguien ha dejado su marca en Barcelona ha sido el arquitecto Antoni Gaudí (1852-1926). Su obra maestra absoluta es, sin duda, la mundialmente famosa Basílica de la Sagrada Familia. Aunque la construcción comenzó en el año 1882, la basílica permanece inacabada en la actualidad. De hecho, se tardarán aproximadamente 30 años a partir de ahora para finalizar las obras.

Arte y cultura

Antoni Gaudí es el hombre detrás del extraño pero ingenioso Park Güell, el parque más famoso de Barcelona. Por encargo del empresario Eusebi Güell, el arquitecto comenzó a construir un pueblo de ensueño a las afueras de la ciudad que supuestamente se asemejaba a un bosque de cuento. Aunque el pueblo nunca se completó, dado que solo se construyeron 2 de las 60 casas previstas, el Park Güell es verdaderamente único.

Playa

No hay nada mejor después de un largo día de turismo en Barcelona que un chapuzón refrescante en el mar. Desde los Juegos Olímpicos de 1992, Barcelona ha invertido de manera significativa en la limpieza de la arena y del agua; y los resultados se pueden disfrutar cada verano.

Compras

La Rambla es la calle peatonal más transitada de Barcelona, inmensamente popular entre los turistas y lugareños. La calle, de 1,2 kilómetros de longitud, está completamente cerrada al tráfico y bordeada de altos árboles. La Rambla ofrece una gran variedad de quioscos, puestos y artistas callejeros, además de ser la calle más animada y vibrante de Barcelona desde las primeras horas de la mañana hasta las últimas horas de la noche.