CIUDAD DEL CABO

Gastronómicas

Bobotie, melktert, potjiekos y samosa: la cocina sudafricana, “nación del arco iris” es tan diversa como lo son sus ciudadanos. A lo largo de los siglos, habitantes de distintos lugares han ido a parar a Cabo, trayendo así consigo su propia gastronomía. Esto, junto a la cocina tradicional indígena, ha resultado en una fusión variada y deliciosa.

Gastronómicas

Viñedos entre montañas: Visitar los viñedos de Cabo es una experiencia asombrosa. De aquí procede el vino de Cabo. El clima mediterráneo es ideal para los diversos tipos de uva como la chenin blanc, chardonnay y, por supuesto, la pinotage, la uva nacional. Puede catar estos deliciosos vinos en las fincas holandesas de los alrededores de Ciudad del Cabo.

Naturaleza

Los ciudadanos de Ciudad del Cabo se acercan a la Reserva Natural de Silvermine para respirar aire puro y disfrutar del océano. Este tranquilo oasis está situado al sur de la ajetreada ciudad en una amplia zona entre la Montaña de la Mesa, Noordhoek y Sun Valley. El paisaje de Silvermine está completamente cubierto de fynbos. Está única vegetación, típica de la región de Cabo, tiene una flora endémica que incluye rooibos, aloe y gladioli. De hecho, la Protea cynacroides, flor nacional de África, solo crece en este hábitat.

Golf

El buen tiempo y la naturaleza hacen de Cabo un lugar ideal para jugar al golf. ¡Con razón el país cuenta con tantos ganadores de golf! Si le gustaría jugar rodeado de la Montaña de la Mesa, hay muchas opciones y una gran variedad de campos espectaculares en las inmediaciones.

Gastronómicas

La animada Ciudad del Cabo se conoce también como la capital gastronómica de Sudáfrica. Ofrece una gran variedad de restaurantes, donde podrá degustar deliciosos platos de la zona en un entorno elegante. Aquí, los chefs emplean ingredientes locales para presentarle lujosos platos. Ciudad del Cabo, rodeado de majestuosas montañas y azules aguas, es el lugar ideal donde disfrutar de una gran experiencia culinaria.

Golf

La cautivadora ciudad universitaria de Stellenbosch es perfecta para pasar un día estupendo. Stellenbosch es el segundo asentamiento europeo en la provincia, con antiguas casas de fachadas cabo-holandesas. Disfrutar de un día entre viñedos en los campos de golf de los alrededores de Stellenbosch es un sueño hecho realidad.

Golf

Sudáfrica es un precioso país con montañas, costas rocosas y una gran variedad de flores y plantas. Es muy divertido jugar al golf en uno de sus muchos campos, pero jugar en uno de los Cinco Grandes campos es asombroso.

Naturaleza

Sudáfrica es uno de los mejores destinos del mundo para ver ballenas. Todos los años, estos mamíferos marinos migran desde las frías aguas del Ártico a los climas más cálidos de Sudáfrica. Hay docenas de lugares a lo largo de la costa de Ciudad del Cabo y sus alrededores para observar a las ballenas, desde la tierra o en el agua.

Naturaleza

El Acuario de los Dos Océanos ofrece una visión de la vida en dos océanos diferentes. Ciudad del Cabo atraviesa la línea que divide el océano Atlántico y el océano Índico y ofrece un mundo subacuático único con una enorme diversidad de vida acuática.

Naturaleza

La majestuosa Montaña de la Mesa se eleva por encima del horizonte de Ciudad del Cabo; en 2011, la montaña fue declarada una de las nuevas Siete Maravillas del Mundo. Durante siglos, la montaña ha ejercido una mágica atracción sobre aquellos que desean alcanzar la cima. Antes de la inauguración del veloz teleférico, la subida a la cima resultaba bastante agotadora.

Arte y cultura

La prisión de la isla Robben es uno de los vestigios más conocidos del régimen africano del apartheid. La isla se hizo famosa en todo el mundo después de que Nelson Mandela estuviera prisionero allí durante 18 años.

Naturaleza

Amplias vistas, acantilados escarpados y un silencio que sólo se ve interrumpido por las furiosas olas que rompen contra las rocas. Es bastante evidente por qué el Cabo de Buena Esperanza fue bautizado originariamente con el nombre de "Cabo de las Tormentas" por el explorador portugués Bartolomeu Diaz, el primer europeo que llegó navegando hasta allí en 1488. En el siglo XV, los barcos a menudo se encontraban con problemas en esta región.