De Victoria a Libeskind
Cuando la reina Victoria inauguró los Muelles de Salford en 1894, el futuro se antojaba prometedor para esta trabajadora zona portuaria. Cargueros y embarcaciones de pasajeros partían hacia Estados Unidos y Canadá a través del Manchester Ship Canal, en aquel entonces, el canal navegable más largo del mundo. En aquellos días, este puerto llegó a ser el tercero más grande de Gran Bretaña, pero el creciente uso de contenedores y unos buques de un tamaño nunca visto acabaron con todo esto. Un siglo después de la construcción del canal, los Muelles de Salford tenían que cerrar. Siguiendo los pasos de lugares como Canary Wharf en Londres, NDSM Wharf en Ámsterdam y Sydhavnen en Copenhague, este puerto abandonado y vetusto ha sufrido una gran transformación y se ha convertido en un estiloso barrio residencial, comercial y de entretenimiento. Manchester limpió el suelo contaminado, rellenó los muelles y construyó modernas pasarelas. Conocidos arquitectos diseñaron decenas de modernos edificios, como The Lowry, de Michael Wilford, y el Museo Imperial de la Guerra, Sede Norte, de Daniel Libeskind.
Consejos para pasar un día en Salford Quays
Se puede ir de compras por poco dinero en el The Lowry Outlet Mall, con tiendas como Marks & Spencer, GAP o Molton Brown. La variedad de tiendas y restaurantes es impresionante. Puede tomar un bocado en el frenético Wagamama o el estiloso Damson, ver una película en una de las 2000 butacas de los multicines Vue, de 7 salas, o pasar la noche en el afamado hotel de 4 estrellas Copthorne. También puede hacer una visita especial a pie llamada Unlocking Salford Quays (Descubriendo Salford Quays) y explorar la zona de una forma diferente. La visita le lleva por varias obras de arte modernas que ilustran la historia de las Salford Quays ( www.thelowryusq.com ). En verano, otra opción es coger una barca rojiblanca y disfrutar de Salford Quays desde el agua ( www.manchestercruises.com ).