El Palacio Real
Una de las principales muestras de la arquitectura islámica tradicional es el Palacio del Jeque Isa Bin Ali al-Khalifa, rey de Bahréin durante 60 años desde 1869. Mientras que las casas son en su mayoría pequeñas y se han construido las unas pegadas a las otras, el palacio ocupa una manzana entera. Tiene cuatro patios, todos ellos protegidos por unas hermosas puertas de madera tallada: uno para el rey, otro para sus mujeres, otro para sus sirvientes y el último para sus huéspedes. A través de las figuras geométricas de las ventanas se cuela una luz deslumbrante.
Tienda de dulces antigua
El zoco y sus alrededores están repletos de un sinfín de tiendas que venden halwa, los dulces tradicionales de Bahréin elaborados con nueces, harina de maíz, azafrán o cardamomo. La tienda de Hussain Moh'd Showaiter tiene un siglo y medio de antigüedad y es un museo en sí: mostrador de caoba, vitrinas de exposición, un techo azul cielo y elegantes lámparas de estilo Art Déco. El halwa, que es una mezcla entre el baklava turco y una mermelada almibarada, se saca directamente de una olla grande e hirviendo para tomar con una deliciosa taza de café.
Fabricantes de dhows
Más allá de las lustrosas torres gemelas del World Trade Center están colocados los dhows, listos para salir a navegar. En el astillero del puerto pesquero de Muharraq siguen construyéndose estos veleros comerciales tradicionales árabes, con una quilla curvada, una vela enorme y un mástil muy largo. Sin embargo, apenas se utilizan para recoger perlas o pescar. En vez de eso, se utilizan para transportar cosas. Las embarcaciones pasan de padre a hijo y para su construcción no es necesario disponer de ningún diseño.